BIOGRAFÍA

CATALINA SAGREDO
¡Hola, soy Bastet! Mi nombre real es Catalina Sagredo. Nací el 25 de mayo de 1991 en Santiago de Chile. A los 20 años comencé mi camino en la danza oriental y desde entonces he estado en un continuo proceso de aprendizaje y perfeccionamiento, acompañada de diferentes profesoras nacionales e importantes maestros internacionales.
En 2015 comenzó mi acercamiento a la pedagogía de esta danza con reemplazos temporales, fue ahí cuando me di cuenta que tenía las suficientes herramientas para enseñar.
De forma paralela a mi carrera de bailarina, me titulé como Periodista y Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Diego Portales con mención en Comunicación Estratégica y con un minor en Desarrollo Humano.
La inspiración de mi nombre artístico es Bastet, una divinidad femenina del antiguo Egipto, representada por una gata o por una mujer con cabeza de gato, venerada en la ciudad de Bubastis por cerca de dos mil años. Protectora del hogar y de los gatos, simbolizaba la alegría de vivir. Tenía un álter ego llamada Sejmet, juntas formaban la dualidad de fiereza y dulzura, vida o muerte.
Experiencia como profesora de danza árabe
2019
(Abril a Diciembre) Monitora de la Oficina de la Mujer, Municipalidad de Maipú.
(Marzo a Diciembre) Directora de la Academia Bastet Danza Oriental.
(Marzo a Abril) Profesora en la pausa saludable para trabajadoras del supermercado Líder (Metro Monte Tabor).
2018
(Abril a Diciembre) Monitora de la Oficina de la Mujer, Municipalidad de Maipú.
2017 - 2018
(Agosto a Marzo) Monitora de la Corporación de Deportes de la Municipalidad de Independencia.
(Junio a Diciembre) Profesora en Centro Aukan Maipú.
2017
(Marzo a Mayo) Profesora en Academia Jovistar.
2015
Reemplazos en Mall Espacio Urbano Maipú y Academia Mi Salsa.
¿Por qué quise aprender danza árabe?


Uff... creo que son varios hechos aislados que hoy adquieren sentido, intentaré exponerlos en orden aunque a veces se cruzan. Es pertinente contarles, que desde que tengo memoria me gustó bailar y la exposición en actos, como en 2do básico caractericé y doblé a Shakira, bailé grupalmente canciones de A*Teens, ya en cuarto básico lideraba las coreografías grupales que solían ser de Vengaboys, cuando apareció el Axé, vivía bailando en cada recreo y me sentía muy segura.
Paralelamente, siempre sentí una atracción por la música que tenía tintes árabes, como Ojos Así de Shakira, Cucurrucucu del programa Mekano, Ali Baba de Axé Bahia, Kiss de Tarkan. También sentía un flechazo con todo lo egipcio faraónico. Recuerdo que en básica diserté de Bastet y en el papelógrafo timbré las patitas de mis gatos. Mi película favorita es la Momia 1 y 2, de hecho mi nombre de fotolog era Anksunamun (algún día me disfrazaré de ella). La única materia de historia que me cautivaba era la Edad Antigua, toda la mística egipcia me encanta, varios años después diserté emocionada de la momifación. Cuando emitieron El Clon me enamoré de la estética, de la danza, de la cultura, de los paisajes, del maquillaje, de todo. Cuando salía Gada en algún programa juvenil o matinal, corría a ver la tele. En ese entonces solo admiraba desde lejos, no pensaba aprender, era una etapa difícil, bastante depre... Cuando "superé" esa fase, volví a bailar en otras instancias, ahora los temas eran Beautiful Liar de Beyoncé y Shakira, Flow Natural de Tito El Bambino, Tigi Tigi de Don Omar, en esa época ya estaba más grande y estaban de moda los pokemones, el diario de Eva, Yingo, el ponceo, las fiestas de día, etc.
Casi a finales del primer año de universidad apareció el taller de danza árabe, coincidió en un proceso de introspección y liberación después de una relación asfixiante. Así que convencí a una amiga de acompañarme en esta aventura porque no quería ir sola, lamentablemente duró muy poco ese curso pero bastó para sembrar una semilla y recordarme esa seguridad. ¿Y a ustedes qué las motivó ?
¿Por qué me gusta hacer clases?


Porque me encanta acompañarlas en el proceso de cuncuna a mariposa. Para mis alumnas me siento como una especie de hada madrina, soy capaz de hacerlas ver su potencial. La danza si bien es lo principal, también es un pretexto para recordarles lo hermosas y poderosas que son, más aún cuando forman una comunidad.
La mayoría de mis alumnas regulares son mayores que yo y han dedicado su vida al rol familiar, llegan a mis clases con frustraciones, inseguridades, miedos y experiencias. En mis clases encuentran un espacio propio que no tenían, donde pueden compartir con otras mujeres y donde vuelven a jugar como niñas. Poco a poca la vergüenza se empieza a perder y su confianza crece.
He tenido el honor de ser la primera profesora de varias y he tratado siempre de dar lo mejor de mí. En general voy más allá de mi "deber" y es porque me hace sentir plena poder guiarlas, motivarlas, ayudarlas. Al mismo tiempo me entusiasma tener un equipo, por lo mismo invierto mi energía en mis alumnas.
Como profesora mi principal propósito no es replicar danzas de otra cultura, tampoco es tener un lago de los cisnes, sino que es hacer brillar a mis alumnas. Claro que me importa el contexto cultural, me importa la técnica y la coordinación, pero más me importa hacer que ellas se crean el cuento, que entiendan que no harán el ridículo, porque todo lo que hagan si es con perseverancia y dedicación, será digno de admirar.
Me gusta traspasar mis conocimientos en la danza oriental, me gusta mejorar las metodologías de enseñanza, me gusta corregirlas, me gusta la disposición a aprender, me gusta crear coreografías y darles vida en las alumnas, me gusta inspirarlas y contagiar mi amor por la danza, me gusta desarrollarles un pensamiento crítico, una capacidad de observación y de realizar críticas constructivas. Me gusta ser la profesora que me hubiese gustado tener desde un principio.
PD: También me gustan mis clases porque empiezan en sushi o terminan en convivencias donde comemos cositas ricas y nos conocemos más. Me gusta hablar y conocer sus historias. Ahí aparece mi curiosidad de periodista e interés de mi minor de psicología.
